Catalina de Palancia

En 1450 se unió a un grupo de pías mujeres que llevaban vida eremita en las grutas del Sacro Monte di Varese.

El nuevo instituto religioso fue aprobado por el papa Sixto IV, mediante bula Pastoralis officii cura, del 10 de noviembre de 1474.

Su sucesora, Benedetta da Biumo, escribió la primera biografía de la fundadora.

Los restos de las beatas fueron trasladados al santuario mariano construido en honor a ellas, en Milán, donde todavía se veneran.

En la iglesia de San Leonardo en su pueblo natal, Pallanza, tiene una capilla dedicada a ella.