Nació con el síndrome de Russell-Silver,[1][2] situación adversa que no le impidió dedicarse a la pintura.
A pesar de su enfermedad, los diagnósticos médicos en su contra, las múltiples cirugías y las interminables convalecencias, la menor encontró en la pintura un refugio terapéutico.
[3] En 2010 continuó explorando técnicas y estilos, en 2014 empieza a tomar clases de pintura orientadas por su madre Luz Dary Gómez, también artista plástica, con Mery Monsalve y Olaff Crown, entre otros maestros.
De su obra ha hecho crítica favorable escritores, poetas y artistas plásticos como Manuel Tiberio Bermúdez, Miguel Darío Polania Rodríguez, Ernesto Ríos Rocha, Gohard Giraldo, Francisco Arroyo Ceballos, Mario Lagos, Laura Esguerra, Fernando Bermúdez Ardila, Guillermo Martín Moreno, entre otros.
[37][38][39][40] Ha encontrado inspiración en importantes maestros del arte universal, como Vincent Van Gogh, Leonardo Da Vinci y Frida Kahlo, con quien se identifica, pero desarrollando un estilo propio, marcado por la ingenuidad y el vanguardismo.