Se sabe, sin embargo, que la región donde se ubica fue habitada por dos grupos aborígenes: en el área actualmente correspondiente a los distritos de Catalão y Pires Belo, habitaron los cayapó, muy probablemente los mismos que hoy son conocidos como Panará y que habitan actualmente en el Mato Grosso.
En 1824 el pueblo de Catalão tenía dieciocho casas y una iglesia o capilla, según estadísticas hechas ese año por el general de brigada Cunha Matos.
A fines del siglo XIX, el pueblo poseía entre unas 200 casas, alojando poco más de mil habitantes.
En los primeros años del siglo XX, Catalão proveía ganado vacuno y carne a las regiones productoras de café.
Su cultura y costumbres son reconocidas a escala nacional.