La etimología del género alude al ave corredora casuario, de Australia, cuyo plumaje se asemeja al follaje de algunos miembros del género.
La primera especie descrita se dedicó al botánico inglés del siglo XIX, Allan Cunningham, que investigó en Australia.
Es una especie dioica y la más alta en su género, alcanzando 25-30 m de altura.
Las verdaderas hojas son diminutas escamas en los nudos de esas ramillas.
Las femeninas en amentos cónicos, también colgantes, en las axilas de las escamas foliares.
Puestos los frutos a secar, pronto hay deshiscencia de las semillas, que son viables por 1 a 2 años, con almacenaje fresco y seco[cita requerida].