El Castriño de Conxo es un yacimiento arqueológico compuesto por un castro prerromano (no estudiado) y en él una roca cuya superficie contiene una serie de grabados conocidos como petroglifos.
En una roca (lamentablemente dividida por una cerca metálica) poco elevada sobre el terreno (como es común en los petroglifos gallegos) y situada en el parapeto superior del yacimiento castreño se encuentran unos petroglifos grabados en su superficie que poseen una relevancia especial al representar una gran variedad de armas, vinculadas a los modelos británicos datables alrededor del III-II milenio antes de Cristo.
Se pueden observar claramente figuras como un puñal (con doble nervadura), dos espadas enfrentadas por la empuñadura y una tercera situada más a la derecha; también hasta cuatro posibles, simplificadas, alabardas (armas de representación muy poco usual en tierras gallegas), arma de origen centroeuropeo, y otros trazos diversos muy erosionados (posibles restos de otras armas representadas).
Las armas representadas son los objetos que permiten dar una posible cronología ya expuesta.
Está dividido por una alambrada quedando gran parte del yacimiento en propiedad privada