El edificio actual fue diseñado durante el Segundo Imperio, evocando el estilo Luis XIII.
Colbert se propuso diseñar un alojamiento digno de su estatus, para lo que contó con los mejores artífices al servicio de la casa real: como arquitectos, los hermanos Claude y Charles Perrault, y Antoine Le Pautre; así como con el primer pintor del rey, Charles Le Brun.
Añadió al conjunto esculturas de François Girardon y Antoine Coysevox.
El eje principal es cruzado por dos grandes ejes secundarios dispuestos en ángulo recto: uno es la avenida de la Duquesa ("allée de la Duchesse") y la cascada artificial que fluye sobre un estanque octagonal; y el otro, el Gran Canal.
Bajo el Consulado, el château original fue derribado, pero se conservaron el pabellón de Aurore, la Orangerie, los establos, y algunas otras dependencias.
En 1856-62 levantó el actual petite château en ladrillo orlado con piedra de sillería, concebido para evocar el estilo Luis XIII.