Castillo de Santa Catalina (Málaga)
El patio interior se usaba para albergar las cuadras mientras que en las torres se encontraban las habitaciones de la guardia y los almacenes.En 1849, el Estado decidió venderlo dado su mal estado de conservación y pasó a sucesivos particulares.Sirvió como alojamiento del general Francisco Franco en dos visitas a Málaga, en 1943 y 1956, y del rey Saúd bin Abdulaziz de Arabia Saudí en 1962.Durante un tiempo se usó para celebración de eventos sociales, hasta que fue adquirido por la cadena hotelera malagueña Soho Boutique para su explotación como hotel de cinco estrellas.[2] El conjunto actual consta de dos inmuebles: por un lado, los restos de la fortaleza original, una batería construida a base de piedra y cal, baluarte muy reconstruido del que se conservan dos torres y parte de las murallas integradas en los jardines del conjunto; por otro lado, el palacio levantado en el recinto entre 1929 y 1933, vivienda inspirada en la arquitectura norteafricana y andalusí, muy de moda en la época.