Está delimitado en su lado norte por la sierra de Portilla y por la zona sur por las estribaciones del Toloño, llamando inicialmente la atención su risco más cercano (Lanos), que da nombre oficial a su castillo[1] y es emblema del lugar.
Los datos arqueológicos datan las primeras construcciones de carácter defensivo en torno al siglo XI,[2] pero son escasos los testimonios que nos aporten información sobre el proceso constructivo y su historia.
[3] Debido a su emplazamiento en un risco, es inexpugnable por tres de sus cuatro lados, situándose el acceso por el cuarto.
Está formado por la torre de homenaje y un cuerpo rectangular adosado a ella.
Estos recintos están rematados en los extremos por cuatro torres cilíndricas cada uno.