Castillo de Moros

Al encontrarse en la Extremadura aragonesa se vio envuelto en la guerra de los Dos Pedros y fue tomado por Pedro I de Castilla en 1362, quien colocó como alcaide a Pedro González de Mendoza.

Un año más tarde fue reconquistado por el Reino de Aragón tras sucesivos ataques por estar bien defendido.

El cuerpo superior está construido en ladrillo y ha perdido el remate.

No existe acceso sencillo para alcanzar la base del castillo, salvo trepar por la roca que lo mantiene, siendo peligroso tanto por la pendiente como por lo abrupto del terreno.

En la actualidad está en proceso de ruina progresiva.