El castillo de La Torresaviñán se levanta sobre un alto cerro, data del siglo XII y su morfología ha permanecido invariable desde entonces, sin transformaciones posteriores ni alteraciones en su estructura, salvo unas reformas en los siglos XIV y XV.
Durante la guerra de sucesión española, el ejército austracista, en retirada, volaron las murallas y parte de la torre, dando al castillo su aspecto actual.
Del conjunto destaca la torre de planta cuadrada, que es la parte que mejor se conserva y se alza por encima del resto de estructuras, a unos dieciséis metros.
No posee ventanas y sus muros son de mampostería.
En su interior se diferencian cuatro pisos, comunicados entre sí por una escalera de mano, lo mismo que para acceder a la puerta de la torre, que se encuentra a varios metros sobre el suelo.