La iglesia, documentada ya en el año 945, es el único edificio que permanece de pie.
La forma del recinto amurallado es de sureste a noroeste, con la parte más alta al sur-oeste.
Su propiedad pasó por las familias de los Cervelló, Montcada, Arborea y Bertrán.
Se sabe que en el año 1465 moraba Pedro de Portugal.
[3] En 1780, el párroco de San Pedro, pidió permiso para coger piedra para poder construir el campanario.