Finalmente, pasó a manos municipales que llevaron una serie de restauraciones para albergar espacios públicos como museos y bibliotecas.En su remate se conservan casi todas las ménsulas que soportaban un parapeto volado con perfil en cuarto de bocel.Durante el siglo XVII sirvió de cárcel y aún conserva algunos grabados en la pared realizados por los presos.La terraza presenta anchos merlones, coronados por bolas, y uniéndose a la torre del homenaje mediante un arco rebajado.El citado palacio posee, en cada esquina, un bastión cilíndrico y en el interior un gran salón con arcos de medio punto que apoyan en columnas con capitel vegetal.[4] El Patio de Armas engloba todos estos edificios en una plaza con árboles y un pequeño anfiteatro.
El Patio de Armas con el anfiteatro y el palacio del marqués de fondo.