Castillo de Calasanz

Se situaba en una posición estratégica para las comunicaciones entre Barbastro y Lérida, dominado el valle del río Sosa, junto con el castillo de la Mora.En 1083 Ermengol IV de Urgel ordenó un sitio, pero el castillo ofreció una larga resistencia que no terminó hasta su incorporación a Aragón en 1102, mediante una rendición pactada tras la caída de Monzón.[2]​ Este valle, que en parte aprovecha una grieta natural, aísla una plataforma rocosa que queda protegida en los lados por los cortes verticales de la roca, y es en esta plataforma en la que se encuentran los restos del castillo.En el sector este de la plataforma Se encuentra dos habitaciones excavadas en la roca.Estaría cubierto por una bóveda, de la que se conservan los arranques.