Junto al santuario hay un complejo residencial con una torre almenada que evoca una construcción defensiva.
Poco después, en los años 60, toda la finca fue comprada por el Banco de España para habilitar una complejo residencial para sus empleados.
La masía reaprovecha elementos arquitectónicos de la antigua masía fortificada, mientras que la torre fue reformada durante los años 60 o 70 del siglo pasado, siendo desmontada y vuelta a montar nuevamente, aunque se desconoce si sigue el trazado de la antigua torre.
La masía original, seguramente construida entre los siglos XVI y XVIII, constaba de planta baja, piso y buhardilla, con dependencias anexas como estable, corral, bodega, almacén, prensa de vino y panadería.
La finca incluye la torre de defensa, la masía que reaprovecha elementos originales y otros edificios recientemente construidos.