Sin embargo la primera referencia escrita que aparece de esta fortaleza es en el siglo XIV durante la guerra de los Dos Pedros, cuando los vecinos tuvieron que subir a refugiarse al castillo por peligro de invasión (1357).
Esta situación volvió a repetirse a lo largo del siglo siguiente, reinando en Aragón Alfonso V y en Castilla Juan II, hasta que la paz de 1454 hizo que quedara definitivamente incorporada a la Corona de Aragón.
[1] No obstante, por la situación de esta localidad, al principio de los estrechos del río Jalón hasta Ateca, no sería de extrañar que previamente hubiera una fortificación musulmana en la zona.
Mantiene íntegro el matacán con arcos semicirculares entre los canes, pero carece de almenas.
Desde la torre parte una muralla en dirección sur hasta el extremo del espolón rocoso.