Documentado desde el año 1180, entre los siglos XII y XIII fue escenario de los duros enfrentamientos entre la familia Cruïlles y el obispado de Gerona.
También se modificó en los siglos XVI y XVII con el añadido de un cuerpo rectangular en la fachada de poniente.
Sobre la puerta principal se observan los signos de identidad, escudo, nombre del obispo Francisco Arévalo de Zuazo, y el año 1604, para conmemorar las obras de reformas realizadas.
Durante el siglo XIX se utilizó como prisión.
Actualmente aloja el Archivo Histórico Comarcal y desde su terraza superior se observa una vista panorámica excelente de la ciudad y de la llanura que se extiende hasta la sierra de las Gavarres.