Se trata de una vivienda palaciega burguesa proyectada en estilo historicista por el arquitecto almeriense Enrique López Rull en 1888 como vivienda para Emilio Pérez Ibáñez, destacado miembro de la burguesía almeriense durante la Restauración.
La institución del Casino Cultural había sido fundada en 1840 por Joaquín Vilches y quedó definitivamente instalada en el Paseo de Almería en 1905, si bien hasta los años 20 no se reformaron y decoraron sus salones de baile (particularmente el Salón Árabe y la baranda de la escalera principal, de gran belleza), adecuándolo para celebrar bailes, tertulias y juegos como el billar o el ajedrez.
El edificio se vio dañado durante la Guerra Civil, lo que conllevó su abandono pese a su remozado en 1940.
Tiene dos plantas (la baja de arenisca clara y la superior de ladrillo rojo) sobre sótano y un patio lateral abierto más otras dependencias menores.
Su carácter monumental aparece en el volumen aislado y la fachada, destacando su decoración de pilastras, frontones y balaustradas, con tres vanos por planta, puerta de carruajes y balcón corrido de carácter clasicista.