Casas a la malicia

La ley conllevaba el pago de un canon monetario de compleja recaudación, inconveniente que se intentó solucionar con la llamada Visita General de 1749, medida cuya aplicación quedaba registrada en un azulejo con la clave Visita Casa / Manzana nº (x) (azulejos que pueden verse todavía visible en muchas fachadas de edificios del casco histórico de Madrid) y que dio origen a una Planimetría y un Catastro muy detallados.Apelando al refrán castellano de que quien hace la ley, hace la trampa, consiguieron que el Concejo de la Villa dejara exentas de la carga municipal a las consideradas "casas privilegiadas", condición que podía conseguirse a cambio de favores o donación hechas a la Casa Real.Las "casas a la malicia", o dicho en lenguaje del siglo XXI "casas con trampa", fueron un recurso arquitectónico de los constructores del siglo XVII a requerimiento de los propietarios de las nuevas casas, para engañar a las autoridades municipales.La picaresca inmobiliaria puesta en escena presentaba características exteriores que hacían suponer falsos interiores estrechos, incómodos y en definitiva no aptos para ser incluidos dentro del grupo de edificios que tenían que cumplir con la ley de Regalía de aposento, es decir: ceder la mitad de la casa a un funcionario de la Corte sin que tuviera que pagar alojamiento.[nota 1]​ Esta y otras trampas arquitectónicas, como convertir patios, corrales o callejones en superficies 'habitables', conseguían que los edificios, por su aspecto exterior, escapasen al control municipal, pasando a ser catalogados como casas de incómoda partición y por tanto exentos de ser incluidos en la citada ley de Regalía de Aposento.
Azulejo de censo con la clave Visita G. L Manzana n.º 470
Edificio muy reformado de una antigua casa a la malicia , en la calle de la Redondilla, del Barrio de La Latina en Madrid.