[2] Recientemente, ha sido objeto de restauración, para eliminar el escudo franquista colocado en su cima.
Fue el primer ejemplo de palacete residencial moderno en la ciudad, y motivó gran admiración en la sociedad viguesa del momento.
En 2018 fue adquirido por el Consorcio de la Zona Franca de Vigo[3] y en noviembre del año 2021, la institución pública dependiente del Ministerio de Hacienda trasladó definitivamente su sede social que anteriormente se encontraba en Bouzas al céntrico inmueble.
Su disposición es simétrica, con grandes vanos en la fachada con arcos semicirculares, todos con balcón individual y separados por pilastras acanaladas, que le dan al conjunto un aspecto clasicista.
La decoración se restringe a los capiteles corintios de las pilastras, y a la decoración geométrica y vegetal de la cornisa.