Mientras que la mayoría de las tribus dacias (como los costobocios) o fueron derrotadas por el Imperio romano o absorbidas por los pueblos germánicos, los carpos aumentaron su poder en el transcurso del siglo II, convirtiéndose hasta las invasiones bárbaras en los adversarios más importantes de Roma en la Europa sudoriental.
Convertidos en una seria molestia para el Imperio, Diocleciano los combatió y venció en 297, adquiriendo el sobrenombre de "Carpicus Maximus".
Según Amiano Marcelino fueron deportados a Panonia en la zona donde está la actual ciudad de Pécs, donde permanecieron hasta las invasiones hunas.
Otros serían eslavizados, como los carpos panónicos o los actuales ucranianos hutsules, que viven en la frontera entre Ucrania y Rumania.
Por ejemplo, se han encontrado elementos carpianos o dacios entre los ucranianos sudoccidentales (en Hutsúlshchina, Bucovina, Podolia).