El ensayo literario[1] ofrece una visión actualizada de Gargantúa y Pantagruel que permite conocer el ambiente de la Francia del siglo XVI en la que vivió François Rabelais y comprender su legado.
En su ensayo, de la Peña analiza el entorno sociopolítico en el que Rabelais produjo su obra máxima.
[3]Su conocimiento sobre humanidades clásicas y filología, permitieron al políglota mexicano asombrarse con los juegos lingüísticos del autor francés que combina voces clásicas con el habla coloquial del pueblo, así como detectar con precisión sus fuentes grecolatinas y bíblicas.
El ensayo revela múltiples coincidencias en los intereses y conocimientos de ambos humanistas.
Sobre Carpe Risum comenta Vicente Quirarte: Para llegar a ese tiempo perfecto y dialogar como iguales, el humanista del siglo XXI (Ernesto de la Peña) desmantela el entramado fecundo de los tiempos y espacios del clásico francés.