Está continuamente con flores y "con más de 70 lápidas que le agradecen sus “milagros”".
La crisis económica le impidió encontrar trabajo por lo que tras ponerse el nombre de batalla “Carmencita” decidió dedicarse a la prostitución.
La gente habría dejado su dinero engañada generándose un mito resistente.
Su animita se encuentra en una bóveda subterránea la cual tiene la particularidad de estar encajonada entre dos altos mausoleos cuyas paredes suministran el espacio poner las típicas lápidas que agradecen “milagros”.
El hecho que esté a la entrada del cementerio posiblemente le significó ganar en popularidad.