Se caracterizaba por una marcada sensibilidad, romanticismo y amor por su ciudad natal, se palpan en las obras poéticas de Carmelina Soto, las cuales han llegado a ocupar prestigioso lugar dentro de la literatura hispanoamericana.
[1] Carmelina fue la menor de cinco hermanas: Soledad, Belarmina, Felicidad y María.
En 1941 Carmelina inició su periplo poético con Campanas del Alba (Editorial Vigig, Armenia), De esta obra sólo se editaron 300 ejemplares.
[3] En el parque Sucre de la ciudad de Armenia hay un monumento a Carmelina, en el que permanece esculpido el bello poema que le deja a su ciudad natal.
[4] Este monumento fue realizado en el año 2000 por el artista José Roselved Pérez Gonzáles y consiste en una placa en la que está escrito el poema “Mi Ciudad” y una incrustación en bronce con el perfil de Carmelina.