Carlos de Austria (1607-1632)
[Nota 7][18] A partir del nacimiento de su sobrino, el príncipe Baltasar Carlos, su papel político, si es que alguna vez fue importante, se disipó completamente.Según el embajador de la República de Venecia ante Felipe IV, Alvise Mocenigo,[21] el infante don Carlos:es tan reservado en el hablar y observa tal sumisión hacia su hermano, del que nunca se separa un paso, que no se sabe cuáles son sus aficiones.[Nota 8][23] Su capilla ardiente se instaló en la galería baja de su hermano el infante don Fernando en ese palacio.El escritor Francisco de Quevedo le dedicó el soneto titulado Túmulo al serenísimo Infante Don Carlos.En su corta vida (24 años) su figura fue protagonista de diversos retratos cortesanos, entre los que destaca el realizado por Velázquez.