Ya como ingeniero, con conocimientos de medicina, geología, paleontología y topografía, llegó a Buenos Aires en 1835.
Se contó así entre los primeros educadores franceses que llegaron a la Argentina.
Durante el período rosista, efectuó trabajos urbanísticos en la ciudad de Buenos Aires.
En esta ciudad entrerriana creó una Escuela de Artillería e Infantería, que sería incorporada al Colegio del Uruguay.
Organizó el Departamento Topográfico de Entre Ríos, creado en 1862, y lo presidió durante años.