[3] Al llegar a Brasil, Carlos Mesters residió en la ciudad de São Paulo, en el Convento de Carmo, donde concluyó la secundaria y cursó Humanidades.
Estudió después Filosofía en São Paulo y Teología en Roma hasta 1954, en el Colegio Internacional Santo Alberto.
[4] A partir de 1969 estabelecido contatos com comunidades pobres del Nordeste brasileño, Río de Janeiro, São Paulo, Minas Gerais e outros estados.
Durante diez años visitó regularmente Crateús, en Ceará y en 1975 pasó seis meses en esa región.
[13] Los pobres leen la Biblia desde su situación de oprimidos, lo cual les permite descubrir la fuerza del sentido que los exégetas no descubren o a veces encubren.
Sólo la fe comunicada por la comunidad permite percibir la revelación en la propia historia en continuidad con la historia bíblica y revelar la dimensión espiritual de la propia vida material y social.
La Escritura no debe sustituir al primer libro, sino ayudar a reconocer en él la realidad de Dios, nos instruye acerca del Dios creador que debemos seguir y nos ayuda a distinguirlo de los ídolos hechos por los hombres, nos ofrece un canon para discernir lo que es acción del Espíritu Santo y lo que no.