Su vecino más próximo vivía a media milla de distancia, con el cual no tenían demasiada relación.
En 1908 se mudó junto con su familia a Midland, Oregón, en donde su padre puso una nueva granja.
Carl, con siete años y su hermano con nueve, ayudaban en el trabajo a su padre.
Quienes más le llamaron su atención eran los cowboys, con sus revólveres, sus extraños sobrenombres y su sentido del humor.
En ese momento, Carls tenía doce años, y debido a las mudanzas no había finalizado la escuela.
Tuvo varios trabajos en los cuales no consiguió demasiado éxito, hasta que pensó en convertir su hobbie preferido en una profesión.
En ese entonces, él editaba, guionaba y dibujaba la mayor parte del material humorístico de la revista.
En noviembre del año 1935, cuando se enteró de que Walt Disney estaba buscando artistas para su compañía, decidió postularse.
Después de su renuncia a Walt Disney Studios, encontró trabajo en Western Publishing, quien había publicado la historia anteriormente mencionada.
No solo encontraron aceptación entre los niños, ya que también muchos adultos se sintieron atraídos hacia ellas.
Carl Barks se jubiló en el año 1966 pero contribuyó haciendo guiones para muchas historias de Western Publishing.