El holotipo consta de un cráneo casi completo, con ambos pterigoides pero le falta la mandíbula, los huesos cuadrados y el proceso palatal del maxilar.
Entre los paratipos se incluye un fragmento proximal del húmero derecho, un fragmento distal del húmero derecho con un epicóndilo prominente fragmentado, un cúbito izquierdo al que le falta la fisis, y un cúbito derecho casi completo al que solo le falta el olécranon y un carpometacarpo izquierdo completo.
Sus patas eran muy largas y robustas, aunque sus alas eran cortas en comparación con las del verderón común.
Esto podría ser una adaptación a hábitos más terrestres dentro de la laurisilva.
Su largo pico hace suponer que su dieta principal se componía princiaplente de semillas grandes.