El registro permite al obstetra o matrona o terapeuta ocupacional valorar el latido cardíaco fetal durante la última etapa de la gestación y la respuesta del bebé a las contracciones durante el trabajo de parto, y hasta el nacimiento.
[2] Ambos transductores están conectados al monitor de cardiotocografía, que imprime los resultados en papel.
Se utiliza cuando el registro cardiotocográfico externo no es adecuado, por dudoso o disfuncional.
[4] Es importante evitar el ayuno antes del test para favorecer la actividad del feto; si no se presenta ningún tipo de actividad fetal pasados 20 minutos, se le puede dar a la gestante algo de glucosa, estimular al feto manualmente o recurrir a un test de estimulación vibroacústica.
La cardiotocografía interna está asociada a infección y equímosis del cuero cabelludo fetal.