Las figurillas más comunes representan mujeres, pero también reflejan la fauna local, incluyendo monos, felinos, guacamayas y otros animales.
Se ha planteado que la producción de sal y cacao habrían sido otras actividades económicas destacadas.
[2] Las relaciones entre la zona Tamasha y la principal cultura contemporánea del occidente salvadoreño, Payu, aparentemente fueron limitadas.
La vajilla comercial Payu denominada como policromo Copador, pese a su producción masiva, es muy escasa en Cara Sucia.
Por otro lado, las figurillas Tamasha, también de notable producción, han sido encontradas muy raras veces en sitios Payu, como en San Andrés y Madreselva.
El abandono de Cara Sucia, ocurrido a principios del siglo X d. C., es un tema que exige mayor investigación.
El latifundio quedó abandonado por sus antiguos propietarios, pero no llegaron las autoridades del gobierno hasta meses después.
Este esfuerzo se perdió cuando el financiamiento del gobierno fue suspendido en 1984, y el sitio quedó abandonado de nuevo.