Captura de Buques de la Confederación

Esta operación provocó un arrebato de cólera en el Protector Santa Cruz, quien ordenó el arresto inmediato del embajador chileno Ventura Lavalle por considerarlo cómplice del atentado, aunque fue liberado poco después en miras al arreglo pacífico de un agente diplomático inglés que logró la firma de un tratado entre el jefe de la expedición chilena y el gobernador político y militar del Callao, comprometiéndose los chilenos a no realizar más capturas a cambio de llevarse sus presas hasta que se produjera el acuerdo definitivo.[1]​ La expedición del general chileno Ramón Freire Serrano había producido una tensa situación en las relaciones entre Chile y la Confederación.Los buques capturados fueron llevados fuera de la bahía para amarinarlos, posteriormente fueron enviados a Chile.La posterior cólera del mariscal Andrés de Santa Cruz lo llevó a detener al encargado de negocios chileno, pero luego recapacitando sobre su inmunidad diplomática, lo dejó en libertad y le concedió un pasaporte para dejar el país.La goleta Peruviana ya había sido recapturada por los confederados pero la barca Santa Cruz y el bergantín Arequipeño pasaron a enarbolar la bandera peruana.