El río Neretva atraviesa la localidad y desemboca en el Adriático conformando la frontera.
El municipio tiene una gran importancia arqueológica y destaca por lo salvaje que sigue conservándose su naturaleza.
Tanto la ciudad como las atrocidades se hicieron célebres en canciones (como Jasenovac i Gradiška stara) en la que a Čapljina se le recordaba como uno de los principales lugares donde el genocidio contra los Serbios tuvo lugar.
Desde la Segunda Guerra Mundial han surgido importantes avances en infraestructura, como lo son las conexiones por carretera y ferrocarril, los que le permiten interconectarse con el resto de Bosnia y Herzegovina, además del puerto de Ploče en Croacia.
Durante el verano de 2007 los incendios forestales causaron grandes daños en la zona rural del municipio.