Está dedicada al mártir Acacio de Bizancio, ejecutado en el siglo IV.
En 1424 tuvo lugar el fallecimiento del obispo y fue sepultado en esta capilla, donde ya habían recibido sepultura los padres del prelado, Juan González Deza y María Alfonso de Biedma.
El primer retablo que se conoce de pintura en tabla fue realizado en el monasterio de Guadalupe en esta fecha, al igual que la reja.
[1] El recinto posee planta rectangular y techumbre semiesférica, revestida con labores de yesería.
Consta de banco, cuerpo de tres calles y remate que se muestra decorado con pinturas, tradicionalmente atribuidas al pintor y violinista Juan Pompeyo.