Es el punncia más importante de Aquisgrán y un monumento central del Renacimiento carolingio.
[3] Fue consagrado en 805 por el papa León III en honor a la Virgen María.
En el extremo este tenía un ábside cuadrado, y originalmente estaba flanqueado por dos estructuras basilicales, ahora perdidas pero conocidas a través de la arqueología.
Se entra en la capilla a través de un atrio monumental, hacia el oeste.
El arquitecto responsable, Eudes de Metz, está nombrado en una inscripción del siglo X alrededor de la cúpula: Insignem hanc dignitatis aulam Karolus caesar magnus instituit; egregius Odo magister explevit, Metensi fotus en urbe quiescit.
[1] En el año 1000, en lo que probablemente fue una exposición simbólica, Otón III colocó la tumba de Carlomagno en la capilla y rindió homenaje a sus restos.
[5] La tumba original fue probablemente un nicho sepulcral, luego conocida como la «Karlsmemorie», pero fue destruida en 1788.
Además, es fácil adivinar la planta general del conjunto tal como fue en la época de Carlomagno.
El cuerpo de acceso define una estructura Westwerk, con un balcón para la aparición del monarca.
En la capilla fue enterrado Carlomagno, en un sarcófago romano sustituido a inicios del siglo XI por la actual urna-relicario de oro y piedras preciosas.
Cabe destacar que existe un notable contraste entre la riqueza del edificio y el trono de Carlomagno, siendo este último muy sencillo.
Las cubiertas, incluida la cúpula, se decoraron con mosaicos hoy no conservados, siendo los actuales obra de los siglos XIX y XX.
Eginardo señala en su Vida de Carlomagno que el emperador mandó traer de Roma y Rávena columnas antiguas para la realización de este espacio, aunque las más valiosas fueron saqueadas en el siglo XVIII por los ejércitos napoleónicos y llevadas a París, no pudiendo ser todas ellas recuperadas.
La suntuosidad interior de sus edificios fascinó a Carlomagno y éste buscó entroncar su poder con el de los grandes emperadores Constantino y Justiniano utilizando el arte como legitimador.
Asimilando esta labor con la que realizó Justiniano en Constantinopla, convirtiéndola en el siglo VI en la nueva Roma.
Con estos espolios Carlomagno intentó legitimar su poder a través del arte.
Las placas de mármol multicolor se utilizan para crear un suntuoso interior.
Historia del arte de la alta y plena Edad Media.
Monteira Arias, I., Alegre Carvajal, E., Paulino Montero, E., & Vallejo Triano, A.