[1] En 1757, Fernando VI otorgó nuevas constituciones a la capilla en que se determinaba la composición y funciones de los capellanes del rey.
[3] Además fueron nombrados capellanes del rey personajes como, por ejemplo, el escritor Pedro Calderón de la Barca.
En 1815 Fernando VII otorgó una nueva planta a la capilla real.
Isabel II les concedió el uso de una insignia propia.
Sus principales funciones se referían a la atención litúrgica del rey.