Cantegriles o cantes es el nombre que reciben en Uruguay los asentamientos informales formados por un conjunto de viviendas muy precarias construidas muchas veces de lata o con cartones y desechos en terrenos privados ocupados o de propiedad del estado, así como también en las márgenes de ríos o arroyos.
Son similares a las villas miseria argentinas, las favelas brasileñas, los tugurios costarricenses, las poblaciones callampas chilenas, las chabolas españolas o los pueblos jóvenes peruanos.
El término surge, probablemente, como una manera despectiva para referirse a estas viviendas precarias, comparándolas irónicamente con el lujoso barrio Cantegril de Punta del Este, o quizá más específicamente con el Cantegril Country Club, un club campestre de esa zona donde concurren las élites más adineradas de la región.
Pero debido a las difíciles situaciones reinantes no podían abandonar el "asentamiento" (que es un eufemismo para referirse a estos barrios, generalmente utilizado en los medios de comunicación).
Con el correr de los años y de las sucesivas crisis económicas, estos barrios han crecido y se han multiplicado no solo en la capital, sino también en otros centros urbanos y suburbanos del país.