[1] Desarrolló una obra empeñada en obtener vida y vivienda digna, así como trabajo estable para los clasificadores de desechos que allí viven.Pronto la obra trascendería su barrio para ayudar a organizar comunidades en La Palmera, Santa María, Juan Acosta, 2 de febrero, Mausa, San Isidro y San Vicente, entre otros.[2] Víctima del cáncer, sus últimos meses los vivió en el Hogar Sacerdotal dedicado a expresar sus vivencias en escritos, pinturas y charlas con amigos.[3] Unos días después el parlamento uruguayo le rindió homenaje.La opción del sacerdote quedó documentada en una carta que escribió cuando tomó la decisión de abandonar su parroquia y vivir en las mismas casas precarias de los barrios en las que trabajaba:
Mural del Padre Cacho en la parroquia de los Sagrados Corazones (Possolo)