Quince años después, Cristóbal Acosta produjo la obra Um tratado sobre as drogas e os medicamentos das Índias Orientais, en donde describe varias recetas para hacer bhang.
[2]El cannabis fue introducido en Brasil por los colonos portugueses a principios del siglo XIX.
En 2001, Portugal despenalizó todas las drogas ilegales, lo que significa que la posesión de cantidades personales (un suministro de 10 días) pasó a no considerarse un hecho delictivo.
Sin embargo, los delitos posteriores pueden estar sujetos a sanciones civiles o tratamiento obligatorio.
[4][5][6] En julio de 2018, se promulgó una ley para permitir el uso médico del cannabis en Portugal y su dispensación en farmacias.