El cannabis en Colombia es totalmente legal para fines medicinales (desde 2016) y para fines industriales (desde 2021), por otra parte, el cannabis con fines recreativos es parcialmente legal: el autocultivo, la posesión y el consumo son legales (desde 1994), pero la comercialización es ilegal.Sin embargo, incluso en ese estado inicial, el cannabis fue reconocido por sus usos psicoactivos, pero estos permanecieron en gran medida confinados a los márgenes de la sociedad colombiana y desalentados por la iglesia católica y la ley nacional.En la década de 1920, posiblemente estimulado por un mayor consumo de cannabis en el Caribe, el uso recreativo de cannabis surgió en los puertos del Atlántico, particularmente en Barranquilla, lo que llevó al gobierno colombiano a restringir aún más el cannabis en 1939 y 1946.[3] En 1994, la Corte Constitucional de Colombia dictaminó que la posesión de cannabis y otras drogas en cantidades para uso personal era legal.[5] En 2015, el presidente Juan Manuel Santos firmó una ley que permite el cannabis y sus derivados para usos médicos y establece pautas para los dispensarios.