La existencia de algunos vestigios árabes y la etimología de su propio nombre, sugieren que fue fundada por aquellos.
En la localidad, sin embargo, se argumenta que el nombre viene de “caneca” -taza-, y que fue el rey Don Dionis quien le dio tal denominación: la leyenda relata que estando dicho rey portugués paseando por allí, pidió un poco de agua y una mujer le trajo una taza de agua fresca; muy satisfecho y agradecido, el monarca quiso que esta tierra tomara el nombre de Caneca; que más tarde pasó a Caneças.
[3] Esta freguesia es también famosa por sus numerosas fuentes: “Fontainhas”, “Castanheiros”, “Piçarras”, “Passarinhos”, “Castelo de Vide”, “Fonte Velha”, “Fonte Santa” y “Fonte do Ouro”, entre las más importantes.
La cercanía de Lisboa y la cualidad y abundancia de sus aguas llevaron a su comercialización, hasta el final de los años 60 (los “canecenses” vendían hortalizas, frutos, quesos, leche y especialmente, agua).
Hasta mediados del siglo XIX, Lisboa no tenía mucha agua, siendo principalmente los “aguaderos” de Caneças quienes acarreaban el agua en cántaros hasta la capital portuguesa en carrozas o en galeras.