Canalmanía

Terminó provocando una crisis en Inglaterra y Gales que se prolongó hasta la segunda década del siglo XIX.

[1]​ Los primeros canales de transporte fluvial ingleses se construyeron a iniciativa de empresarios locales, comerciantes, industriales o mineros, que necesitaban transportar sus productos.

A pesar del alto coste de la construcción, el precio del carbón en Mánchester cayó un 50% tras su apertura, y su éxito financiero atrajo inversores.

Hubo un gran incremento de los proyectos de canales que se promovían: mientras que en 1790 sólo había recibido autorización por Act of Parliament, para 1793 lo habían recibido veinte.

Años después, en la década de los treinta del siglo XIX, se produjo la Railway mania (ferrocarril), y un siglo después la radiomanía (emisoras de radio).

años después, en la década de los treinta del siglo XIX