Can Pedrals es un edificio situado en Granollers (Barcelona) protegido como Bien Cultural de Interés Local.Hasta poco después de la Guerra Civil fue un edificio residencial.Fue construida extramuros en el siglo XVII y desde entonces ha sufrido diversas ampliaciones.En 1841 fue comprada por Domingo Santamaría para su hija Dominga Santamaría, que a su vez se la legó a su hija, Isabel Marsá.[2] En 1988 el Ayuntamiento de Granollers llevó a cabo estudios arqueológicos y en 1990 comenzaron las excavaciones, ya que estaban interesados en convertir el edificio en biblioteca pública.
Fragmento de la muralla en el patio de Can Pedrals