En teoría, el camuflaje activo podría hacer que pasase desapercibido a la detección visual.
Usando datos visuales desde una cámara, un objeto puede camuflarse para evitar ser detectado por el ojo humano, así como sensores ópticos.
Sin embargo, el camuflaje activo funciona mejor en una dirección concreta, siendo necesario saber el posicionamiento idóneo en el que ha de estar para no ser detectado por el observador.
[5][6][7] El camuflaje activo está presente en varios grupos de animales, como los moluscos cefalópodos,[8] peces,[9] y reptiles.
En el mar, la luz viene de la superficie y los animales, vistos desde arriba, parece más oscuros que el fondo marino.
[8] La bioluminiscencia es común en animales marinos, tanto para camuflarse mediante contrailuminación como para actuar de cebo para sus presas o señalización.