Campos, fábricas y talleres es un libro escrito por el anarquista Piotr Kropotkin, posiblemente una de las obras más influyentes y positivas de la posición política anarquista.
Publicado en 1898, despertó el interés de personajes como León Tolstói, entre otros.
Su enfoque sobre la producción local lleva a su opinión de que un país debe fabricar sus propios productos y cultivar su propia comida, haciendo innecesaria buena parte de la importación y la exportación.
Así, el comercio mundial se convertiría en un intercambio de excedentes y faltantes de aquello que no puedira ser producido localmente.
Es decir, las ideas de activación y desarrollo económico local, energías alternativas autosuficientes, descentralización política son vistos como un anticipo a una sociedad de la información y sumamente ecológica que reclaman sectores no necesariamente autodenominados anarquistas.