Una mina terrestre es un artefacto explosivo diseñado para ocultarse enterrándola a poca profundidad o camuflándola sobre la tierra de tal forma que el explosivo que contiene detone al ser activada inadvertidamente por una persona o vehículo.
El nombre se origina en la antigua técnica militar consistente en la construcción de túneles para debilitar y crear brechas en las fortificaciones enemigas.
[2] Desde el punto de vista militar, las minas permiten que una fuerza organizada pueda superar a otra más numerosa.
Las únicas democracias occidentales que no las han prohibido son los Estados Unidos y Finlandia.
Otros países, como China, Ucrania, Rusia, Israel y Corea del Norte continúan utilizándolas.
Con la invención de la pólvora la etapa final se ejecutaba llenando la cavidad con ésta y haciéndola estallar.
Se utilizan para colapsar los servicios médicos enemigos, degradar la moral de sus tropas, y dañar vehículos no blindados.
Así, sus efectos más comunes son amputaciones, mutilaciones genitales, quemaduras, lesiones musculares y en órganos internos.
Hay varios tipos: Una mina puede ser activada de muchas formas: presión, movimiento, sonido, magnetismo o vibración.
Las minas antivehículos más modernas usan un disparador magnético, que les permite ser detonadas incluso sin ser tocadas.
Las minas utilizadas actualmente por el ejército estadounidense, entre otros, son las llamadas "de tipo inteligente".
Estas mechas eran largas y se encendían a mano, por lo que requerían cálculos cuidadosamente cronometrados de los movimientos del enemigo.
Las minas antipersona se han utilizado en conflictos en Angola, Afganistán, Argentina, Bosnia, Camboya, Chechenia, Chile, Colombia, Ecuador, Egipto, Guatemala, Kosovo, Mozambique, Malvinas, Nicaragua, El Salvador, Sudán, Sáhara Occidental, entre otros.
Sus firmantes se comprometieron a no usar, desarrollar, fabricar, almacenar o comerciar con minas antipersonales.
De los restantes 42 países que no han firmado, los más grandes son China, India, Estados Unidos y Rusia.
Estados Unidos se niega a firmar el tratado por no permitir una "excepción coreana", ya que las minas terrestres son un elemento vital en la estrategia militar estadounidense en la Península de Corea.
Por otro lado, Estados Unidos afirma estar investigando nuevas tecnologías capaces de reemplazar las minas en Corea para 2006.
Actualmente, sólo 15 países siguen fabricando (o no han renunciado a fabricar) minas antipersonales: China, Corea del Norte, Corea del Sur, Cuba, Egipto, Estados Unidos, India, Irán, Irak, Birmania, Nepal, Pakistán, Rusia, Singapur y Vietnam.