Participaron 105 corredores y sólo 56 terminaron el recorrido.
La carrera se rompió a mitad de la prueba con una escapada de 26 unidades con hombres importantes del pelotón como Pedro Delgado, Fernando Escartín o Eduardo Chozas.
El equipo Banesto dejó demasiada ventaja a la fuga, que llegó a contar con más de cinco minutos que se quedarían en uno y medio en la base de la última ascensión.
En aquel momento la fuga era un rosario de corredores, comandados por un sorprendente Ignacio García Camacho, que resistía en cabeza.
Induráin se lanzó en persecución y fue superando a todos los fugados, excepto a García Camacho.