Con anterioridad existía la figura del campeón manomanista, pero se trataba de un título oficioso y honorífico que no estaba respaldado por ninguna federación oficial.
Ese título no se ponía en disputa en ningún campeonato oficial, sino que se obtenía superando al anterior campeón en un duelo mano a mano, según ciertas reglas que estaban marcadas por la tradición.
El primer campeón fue el mítico pelotari Atano III, a la edad de 36 años, siendo el también mítico Retegi II, el pelotari que atesora más txapelas con un total de 11, logrando las nueve primeras ininterrumpidamente.
Al ganador del manomanista se le entrega una txapela como símbolo y trofeo por su victoria.
Desde la creación de la LEPM el campeonato se organiza fuera del ámbito y reglamento Federativo alguno.