Camellia sinensis

Pero el Mercado del Té, que comienza con la producción de Camellia sinensis, se ha desarrollado durante siglos, desde un camino que se origina en China, en el siglo XVIII a. C. y llega a la actualidad, con una producción en más de 40 países ubicados principalmente en Asia, África y América del Sur, luego de pasar por casi todas las culturas del mundo.Las tiernas, de color verde pálido y con una corta pubescencia blanca en el envés son las preferidas.Los efectos del té sobre la salud han sido estudiados desde las primeras infusiones de Camellia sinensis hace 4700 años en China.Al té verde se le atribuye el ayudar contra la aterosclerosis, LDL, cáncer, enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes, hepatitis, pérdida de peso, enfermedades neurodegenerativas, e incluso la halitosis.[4]​ Indicado para la astenia psico-física, diarrea, bronquitis, asma; coadyuvante en el tratamiento del sobrepeso y arteriosclerosis, hiperlipidemias.[5]​ Contraindicado cuando se padece gastritis, úlcera gastroduodenal, ansiedad, taquicardia ya que induce al nerviosismo, insomnio, extrasístoles, poliuria.Por su contenido en taninos, puede provocar molestias gástricas, náuseas y vómitos, sobre todo si se toman infusiones concentradas, o en ayunas.[6]​ La especie fue descrita inicialmente como Thea sinensis por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 1: 515, en 1753, actualmente es tanto un sinónimo como el basónimo de esta;[7]​ y ulteriormente, sería transferida al género Camellia por Carl Ernst Otto Kuntze en Trudy Imperatorskago S.-Peterburgskago Botaničeskago Sada 10: 195, en 1887.
Camelia sinensis , hojas.
Flor
Vista general en una plantación
Vista de la planta
Flores
Planta joven