También considera que los cambios se deben a fuerzas endógenas.
Por tanto, la explicación de los cambios sociales deben buscarse en el interior de esas mismas sociedades, especialmente los cambios que se producen en su estructura económica.
La caída del comunismo, por ejemplo, es un cambio político que ha tenido implicaciones que han alcanzado a las economías dependientes de la economía manejada por el estado de la Unión Soviética.
Los cambios económicos en el corto plazo pueden ser manejados en el corto plazo con políticas fiscales o monetarias, y se espera que las fluctuaciones se estabilicen en unos pocos años.
Manejar cambios estructurales requiere de inversiones a largo plazo como la educación, reformas que incrementen la movilidad labor