Cambio del ángulo de ataque

Un ángulo bajo permite a la aeronave, partiendo de una baja velocidad, incrementarla rápidamente (y también ascender deprisa en el aire) mientras que un ángulo alto consigue una buena velocidad de crucero y un reducido consumo de combustible.

Como la velocidad de la pala varía desde la base (más lenta) hasta la punta (más rápida), la pala no se construye plana, sino con una forma alabeada precisamente calculada para que el empuje sea aproximadamente constante a lo largo de toda la pala.

Emplumar las palas detiene el rotor durante las paradas de emergencia, o siempre que la velocidad del viento supera el máximo de diseño.

Este fallo puede hacer que la turbina se descontrole y se destruya al girar mucho más deprisa que su velocidad máxima de diseño.

En cambio, con el control del ángulo de ataque, una vez que se han emplumado las palas, la velocidad del viento no afecta la tensión en el mecanismo de control.

[1]​ El cambio del ángulo de ataque puede realizarse mediante mecanismos hidráulicos o eléctricos.

Esto explica en parte por qué se emplean palas alabeadas: el alabeo permite una parada gradual porque cada porción de la pala tiene un ángulo de ataque diferente y se detendrá en un momento distinto.

Debe destacarse que esto es la distancia máxima teórica; en realidad, debido al deslizamiento entre la hélice y el agua, la distancia real invariablemente será inferior.

Vista lateral de una pala de la hélice de un avión con posibilidad de cambio del ángulo de ataque.
Turbinas eólicas fuera de servicio en el parque eólico Kama'oa de Ka Lae ( Hawái ) a la espera de su desmontaje, con los rotores parados y las palas emplumadas.